Artículo aparecido en el Suplemento OH de Los Tiempos el 5 de agosto de 2012
Por proyecto mARTadero
En estas semanas se cumplen siete años de funcionamiento en Cochabamba de una de las iniciativas culturales más destacadas de Latinoamérica: el proyecto mARTadero, vivero de las artes, recientemente reconocido por la OEA –junto a dieciocho más de toda América- como una notable y exitosa práctica en cuanto a su trabajo en Cultura como "común denominador para el desarrollo". Un reconocimiento más a añadir a la medalla del Bicentenario al Mérito Institucional a la Promoción del Desarrollo Humano y Social, al premio Agente de Cambio-MTV en el 2007, y a tantos otros recibidos en estos años.
Dado el valioso recorrido en gestión cultural y en el modo de dinamizar y revitalizar el patrimonio industrial abandonado, el mARTadero ha sido invitado a exponer su experiencia en Cartagena de Indias, Tegucigalpa, Lima, Santiago, Brasilia, Cascais, Sevilla, Milán, y otras ciudades de Iberoamérica, evidenciando que, aunque los recursos sean escasos, una buena gestión puede superar las limitaciones y proyectarse hacia el futuro con éxito.
El proyecto mARTadero –ubicado en el barrio de Villa Coronilla- es un proyecto integral y multidimensional concebido como vivero de las artes y enfocado en la transformación social. Tiene vocación de prototipo y de foco irradiador de creatividad y mejoras para el entorno inmediato y para la ciudad, y realiza para ello un amplio espectro de actividades, partiendo de una cooperación entre artistas bien organizada y estructurada en siete áreas de creación, de unos principios claros de acción, y de siete programas de desarrollo social a través del arte.
Tres pilares sostienen entonces esta iniciativa de construcción colectiva y progresiva: el equipo humano, los principios firmes de acción y el espacio. Éste último es el conjunto arquitectónico del ex-matadero modelo, de casi 3.000 m2, construido en 1924, manifiestamente patrimonial aunque sin declaratoria alguna, pendiente ser reconocido como exponente privilegiado y auténtico del anhelo de progreso propio de la arquitectura industrial de inicios del siglo XX. Un espacio único, flexible, elocuente, descentralizado, estratégico social y geográficamente, adecuado a la lógica y las necesidades de las artes emergentes, y concedido por unanimidad del Concejo Municipal y por 30 años a la asociación artística N.A.D.A. para el desarrollo autogestionario del proyecto.
Así, entendiendo cultura como la expresión localizada - temporal, histórica y geográficamente - de una cierta comunidad, que expresa y traduce la complejidad del mundo que le tocó vivir y, como tal, representa el principal activo de un pueblo, el motivado y joven equipo -conformado por unas veinticinco personas de diversas formaciones pero una misma visión- lleva adelante una actividad vertiginosa, que en siete años de vida les ha llevado a realizar más de 1000 actividades de carácter diverso, recibiendo en el lugar a unos 200.000 asistentes.
Por ello, y hoy por hoy, es el proyecto cultural más innovador y de mayor crecimiento de Bolivia, y un ejemplo en la región, gracias al trabajo de todo ese equipo que a lo largo de este tiempo ha impreso su esfuerzo y capacidad de gestión en cada evento, planteando como objetivo el fomento y desarrollo del ámbito artístico en la ciudad de Cochabamba no solo a través de exposiciones, sino, además, mediante la activación de dispositivos de formación y desarrollo con una especial inclinación hacia el arte emergente.
Acá todos creen en el futuro. Y se nota. En un futuro creativo, positivo, interconectado, innovador, divertido, productivo… Un futuro que, sin duda, podemos construir día a día…
PATRIMONIO DINÁMICO Y MEJORAMIENTO BARRIAL
Pero ese futuro se cimenta, en gran parte y justamente, en un bien patrimonial recuperado de la ruina…Un lugar que se llena de vida cada día, demostrando la dinámica de los nuevos espacios culturales, abiertos, propositivos, sorprendentes…
El patrimonio significa cosas distintas para cada persona que lo ve, según sus vivencias e imaginarios. Pero lo importante es que todos podamos entender de qué manera forma parte de nuestra memoria –y nuestra memoria de él-, y que nada somos sin ella… Entender la función que el patrimonio cultural (tangible e intangible, ya que están profundamente interrelacionados) juega y ha de jugar en nuestra vida, en nuestra felicidad, en nuestro futuro. Y así, por ello, cuidarlo y animarlo.
Para ello, se está comenzando un proyecto propuesto por Fundación Imagen (organización parte y gestora del mARTadero), junto a la Asociación Bice Bugatti, la Cooperación Italiana y la CAF, que busca fomentar el conocimiento, la difusión, la preservación y la puesta en valor del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Cochabamba como activo generador de desarrollo social, humano, económico, urbano y cultural, y con una clara finalidad social, mediante diversas iniciativas: conformación de una plataforma especializada, formación de recursos humanos en rehabilitación e interpretación, intervenciones urbanas para conocer y valorar el patrimonio, muestras específicas, mejora de salas del mARTadero para Memoteca (archivo de la memoria), y elaboración de videos de registro.
Por otro lado, y desde el arranque hace más de un año de una plataforma de regeneración barrial, se han emprendido acciones junto a los vecinos para ir pensando mejoras, tanto en el sistema viario como en el de infraestructuras y equipamientos, y en el de áreas libres. Para ello, y junto a la FACH de la Universidad Mayor de San Simón, se ha formado una red de investigadores con Valparaíso y Sevilla, para impulsar dichas mejoras tomando los espacios culturales como detonadores de los necesarios procesos. Así, el mARTadero realiza un ingente esfuerzo para conectar a Cochabamba y a Bolivia con el mundo, mediante redes y conexiones, logrando un trabajo conjunto con espacios culturales de la ciudad (4Cs), del país (TelARTes), y del continente (Proyecto RIO y Cultura de Red).
Por todo ello, hoy por hoy sería difícil pensar una Cochabamba sin este vivero de las artes que es el mARTadero...
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