Por: Anahí Garvizu
"Nace el hijo con la enfermedad, deformado entre su vanidad"
Ramírez Neira
Recuerdo el primer concierto de Ramírez Neira, por entonces muchas cosas mantenían un orden aparente. Al indagar en mi memoria no podría evitar darme cuenta cómo todo se fue transformando hasta convertirse, en algo que a veces desconozco. Quizá febrero terminaba cuando escuché por primera vez la explosión transgresora de una guitarra que parecía querer arder ella misma.
Llegar a mARTadero implica sensaciones que varían según la situación. Uno piensa y repiensa ideas en el trayecto. La primera banda ya había comenzado. ¿Qué hace que la aceptación de covers, canciones en inglés sea difícil entre los escuchas más estrictos? Sin embargo, dejar de mencionar que el sonido de Hipno Mappets era más aceptable que otras bandas, sería evadir algo evidente o que la organización, incluyendo el sonido, hacen que cada concierto sea sugestivo.
El escenario daba la impresión de una calle, de forma que los asistentes podían sentirse en medio de flechas, cuadros, basureros, entre otros letreros o mensajes en los señaladores, en especial el que decía ZONA DE AUTOMARGINADOS, de ahí nace mi interés para las siguientes preguntas que hago a Daniel Díaz (Ramírez Neira) y Juan Pablo Salinas.
¿Cuándo nace la postura de compartir tu música, como la anterior noche, mediante descargas libres u otro tipo de medios?
Como una respuesta a cosas que me molestaban, como por ejemplo que cuando empieza en el mundo de la música desconoces tantas aspectos que piensas que hay pasos a seguir obligados: utilizar terceros para que administren tu carrera y velen por tus derechos de autoría y vendan tus discos, etc. Pero no es así. Uno es libre de licenciar sus obras como quiera. El punto es tomar una decisión al respecto y punto.
¿Qué significa cruzar la vereda, musicalmente hablando?
Es la imagen que uso para representar la automarginación de las formas tradicionales de manejarse en el mundo musical, tanto a nivel de creación como de producción y marketing. Al final escucho a tanto músico que se tilda de independiente, pero no se atreven a saltarse los intermediarios que tanto nos han hecho creer que sin su ayuda los músicos no son nada.
Es pasarse hacia el frente y desde ese autoaislamiento hacerse visible ante el resto con herramientas personales de autogestión.
¿Qué papel juegan las personas, como escuchas, para desempeñar tu trabajo musical?
Respecto a creación no mucho, pues suelo no determinarme por lo que el resto espera. Trabajo más que nada en base a inquietudes personales y experiencias de vida y no en base a fórmulas que sé que podrían gustar más que otras. En este último sentido las personas con quienes he compartido momentos importantes si cobran importancia.
¿El resultado de las canciones, en cuanto a composición de letras en qué sentido está ligado a tu vida?
Los conceptos con los que trabajo en general surgen de la reflexión posterior a experiencias personales, por tanto, las letras resultantes versan inevitablemente en relación a imágenes que intentan reflejar mi filosofía de vida del momento las circunstancias con las que me enfrento a diario.
Una de tus canciones tenía una frase "Una vereda que llevo muy adentro, llena de humanos muertos y se siglos por contar" que me dejó pensando.
Es uno de los pilares del próximo disco que llevará por nombre Hito lo más probable en relación no a la negación de las fronteras o límites a la lucha porque estas o estos no existan, sino más que nada intentar representar la lucha interior circunstancial cada vez que uno se va moviendo físicamente de un lugar a otro. La lucha con el recuerdo, con la mirada que inevitablemente de vuelva hacia atrás para retomar de ahí armas para enfrentar la decisiones presentes. De ahí "Hito" en relación a las señaléticas que uno va dejando atrás para reubicarse en caso de volver.
Una frase tuya dice: "No soy de todo el mundo, sino de donde estoy parado". Hace referencia a la territorialidad. ¿Podrías comentar un poco al respecto?
Sí, pero cuestionándola. Al final yo soy incapaz de negar el determinismo geográfico de una determinada comunidad. Al final acudimos a nuestras raíces muchas veces por conveniencia. Pero aún así, aunque estoy consciente de arrastrar todo un historial también circunstancialmente de donde mis zapatos están presente a presente. De alguna manera esta canción se emparenta con la anterior y forman dos pilares fundamentales de mi nuevo trabajo precisamente porque apuntan a la defensa de los límites personales sin negar o abanderizarse porque no existan fronteras, pues somos los primeros en poner límites a la hora de sentirnos diferentes a un resto.
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Hay una extrañeza al encontrarse con la música, cómo esta se queda en la memoria, qué recuerdos retornan con ella. Nos aborda y quizá nos deja un poco moribundos. Me pregunto sobre la aceptación de dicho estado. El escenario en cierto modo, podía remitir a cualquier día en el que se camina por la calle, inmerso en imágenes, ideas, pensamientos derivados de uno o varios sentimientos, en rigor, sucesos que no se pueden evitar aunque éstos nos conviertan en algo diferente a lo que éramos. Por ejemplo, estas versiones nuevas de las canciones, de algún modo más agresivas en el ritmo, son una muestra de que cambiamos por distintas razones.
Regreso a lo que me había dado paso a reflexionar, las letras de las canciones invitan a analizarlas, en Desarraigo pude escuchar: "Soy lo que yo hago" naturalmente, se quedó retumbando en mi cabeza, hace años que muchas personas lo plantean, le he dado vueltas a esta idea hasta quedarme dormida de cansancio, la consecuencia de lo que dicen con lo que hacen en su mayoría se transforma en un discurso y nada más y verlo de frente es como si la decepción fuese un golpe que se recibe en el ring, posiblemente de ahí surja esa aceptación de la realidad, un poco fría pero hasta ahora soportable. Sin duda, el concierto fue bueno, la coordinación entre los integrantes, incluso los covers, los sonidos eran inesperados tanto que no me daba tiempo a saber qué sucede cuando los susurros y el éxtasis se encuentran pero sospecho que es similar a la sensación que da caminar sobre el asfalto en silencio sabiendo que en la mente los sonidos acústicos se instalarán antes de cruzar a la otra vereda.
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