Junto a una delegación de estudiantes de la Universidad Tomás Frías de Potosí, conocí al Padre Gregorio Iriarte en el mes de Diciembre del año 1967 cuando el campamento minero de Siglo XX lloraba a sus masacrados en la Noche de San Juan. Nos alojó en la Radio Pío XII y bajo la lluvia, lloramos en la Plaza del Minero.
Allá reafirmamos la necesidad de nuestro canto para acompañar las penas, las alegrías y las esperanzas del pueblo trabajador. Hoy nos sentimos huérfanos con la partida del padre de la comunicación en Bolivia.
A Gregorio Iriarte
Los mineros le recuerdan en su altura
Desde donde se miraba el campamento
La sirena que llamaba a las tres puntas
De mineros protegiéndose del viento.
Los mineros le escuchaban de reojo
Cuando a Dios lo convocaba por un rato
Cuando se iba de paseo por la mina
Escuchaba la opinión del sindicato.
Tiempos malos con rebaja de salarios
Tiempos duros de milicos y amenazas
Tiempos malos de mineros masacrados
En la fiesta de San Juan de la esperanza.
Todo el norte Potosí cantó en la radio
Kalampiando su alegría y sus velorios
Dando palo al General en cada horario
El Malako con su risa en auditorio.
Allá arriba se inició la gran cadena
De emisoras sindicales solidarias
Dando clara la palabra de condena
Al gobierno militar de las infamias.
Hoy la mina de coraje lo recuerda
Con tu misa solidaria y permanente
Hoy le lloran las comadres en su veta
De ollas llenas de comida en Siglo XX.
Hoy se va Gregorio Iriarte a cielo abierto
Donde pronto rendirá todas sus cuentas
Y nosotros solitarios y en desvelo
Rezaremos con el “Tío” para que vuelva.
Luís Rico
Cantautor
La Paz, 12 de Octubre 2012